El origami y sus beneficios
- Mechi Fuentes
- 25 ago 2015
- 2 Min. de lectura

"Origami", es el arte japonés del plegado de papel, viene de las palabras japonesas "ori" que significa plegado, y "gami" que significa papel. En español también se conoce como 'papiroflexia'.
En el origami no se utilizan tijeras ni pegamento, sólo el papel y las manos.
Su gran ventaja es sin dudas el material empleado, solamente "papel".
La particularidad de esta técnica es la transformación del papel en formas de
distintos tamaño y simbología, partiendo de una base inicial cuadrada o rectangular que pueden ir desde sencillos modelos hasta figuras de mayor complejidad.
En España fue popularizado por Miguel de Unamuno, y en el campo de la educación fue realizada por el pedagogo alemán FrÖbel.
El aprendizaje del origami y la práctica del mismo proporcionan una estimulación psicomotora que beneficia el desarrollo de las habilidades para el lenguaje, la lectura, la escritura, las matemáticas en los niños. y porqué no, en los adultos!
Para plegar hay que:
– tener un control postural adecuado,
– ejercitar la prensión de los dedos,
– utilizar las dos manos al mismo tiempo,
– diferenciar derecha e izquierda, arriba y abajo desarrollando nociones espacio-temporales lo que propicia el desarrollo del lenguaje y la definición de la lateralidad y el esquema corporal,
– distinguir con el tacto diferentes texturas de papel,
– concentrarse en la precisión de las marcas para tener un buen control del material,
– leer e interpretar los diagramas,
– escuchar atentamente al docente en sus instrucciones,
– poner en marcha la coordinación visomotora,
– seguir los pasos de una manera determinada trabajando la lógica y la secuenciación,
– plegar o desplegar para comprobar resultados mediante prueba y error, planificando estrategias,
– esperar a que los otros compañeros alcancen el mismo paso,
– comprender por qué nuestra figura no es como la del profesor, el diagrama o la de otro compañero,
– recordar los pasos para repetir la figura o enseñársela a plegar a otro.
Fuente: Cristina Belló. Psicóloga Española. Proyecto Neurorigami
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